En esta iglesia distinguimos elementos pertenecientes a dos etapas bien diferenciadas: una románica, que podríamos fechar a finales del Siglo XI, y otra neoclásica de alrededor del Siglo XVIII.
Los primeros elementos que indican que pertenece al románico son las dimensiones que presenta y la altura de sus muros, elementos diferenciadores de la anterior etapa visigótica en la que las construcciones se caracterizaban por su tamaño más reducido. Las puertas son el elemento románico más importante con el que cuenta esta iglesia; la principal tiene un arco de medio punto de tres arquivoltas, las dos interiores están formadas por baquetones y la exterior por una moldura más sencilla. El arco de la puerta rodea un tímpano que hace a las veces de dintel y que es totalmente liso. Otra de las puertas con las que cuenta se encuentra en el muro sur; ésta presenta un arco semicircular que al igual que la otra envuelve un tímpano adintelado totalmente liso.
En la parte superior de los muros, en el lugar donde estos confluyen con el tejado, encontramos una serie de figuras de piedra llamadas canzorros en los que podemos observar en dos de ellos, uno por cada lado, la representación de dos cabezas humanas. Es de destacar el que esta construcción no cuente con demasiados elementos decorativos, hecho que nos lleva a pensar que pertenece a un románico precoz en el que aún se estaba forjando un estilo que luego perfeccionaría los elementos estilísticos, por lo que podemos estar ante una de las primeras iglesias románicas del municipio.
Los muros de la nave principal están hechos en cantería, abriéndose en cada uno de ellos un par de ventanas muy estrechas que en el interior se expanden para dejar más paso a la luz. Las ventanas se encuentran casi en la parte superior de los muros, algo extraño que es indicativo de que, o bien se pretendía darle más altura cuando se hicieron y luego por la razón que fuese se dejasen tal y como están ahora, o bien que sufriesen una remodelación y que se rebajasen.
Los elementos neoclásicos aparecen cuando en el año 1764 se lleva a cabo una reforma en la que se construye el actual presbiterio, eliminando por completo el ábside románico; esto se hacía con fin de ampliar el lugar donde se llevaba a cabo la liturgia.
En el muro norte encontramos una inscripción latina de difícil lectura. Fueron muchos los que trataron de descifrar el significado de la misma sin llegar a un acuerdo. Uno de ellos, después de un minucioso estudio, llega a la siguiente conclusión:
Arriba aparece RODERICVS PBR (Rodrigo, presbítero), al que identifica coma el fundador de la iglesia. Seguidamente aparece QUI ISTAS LITERAS ANTECEDENTES LEGERIT (el que estas letras antecedentes -las de Rodrigo Presbítero- leyera) IN MENTE ABETE (lo tenga en su mente; que lo recuerde siempre). Ya a modo de firma aparece PELAGIVS P que significa "Pelagius lo puso". Esto nos indica que el tal Pelagius pudo ser el director de la obra al que se le ocurrió hacer esta inscripción para perpetuar el nombre del fundador de la iglesia y de paso el suyo mismo.
En el interior de la iglesia lo más significativo son las pinturas murales que cubren los muros norte y sur. En el primero de ellos se representa a Santiago Matamoros en plena batalla y en el otro aparece el entierro de Jesucristo.