Es uno de los puentes romanos más hermosos que podemos encontrar en la actualidad y en el que recientemente se ha acometido una restauración en la que se han conservado todos los elementos originales del mismo. Une los márgenes del Río Ferreira y sobre él discurría la vía romana que unía directamente las ciudades de Brácara (Braga) y Lucus Augusti (Lugo). Construido con losas de pizarra, forma tres arcos de medio punto, algo en lo que los romanos eran especialistas.
Este puente destaca no sólo por la belleza de su construcción sino por el entorno en el que se sitúa.